La fortaleza no siempre grita… a veces susurra. Y en ese susurro, suave pero firme, nació Romina, un corazón de trapo que te enseña que ser fuerte no significa no tener miedo, sino seguir adelante a pesar de él. Abrazar los temores y los obstáculos, y encontrar la determinación para superarlos.
Cada costura de Romina fue pensada para resistir, como esos corazones que siguen latiendo pese a las adversidades. Su corazón está bordado con hilos de esperanza; late con la certeza de que siempre hay un motivo para levantarse, incluso cuando parece imposible.
Romina es tu amiga, la que te anima a seguir cuando algo parece difícil; la que te recuerda que las lágrimas también son parte del camino y que incluso en los días más oscuros se puede encontrar la luz de un nuevo comienzo.
Ella te inspira a creer en ti cuando parece que nadie más lo hace. Te anima a no rendirte, te recuerda que dentro de tu pequeño pecho también habita una gran fuerza. Porque Romina no solo está hecha de tela e hilo: está hecha de resistencia, de amor propio y del poder de mantenerse de pie.
Cuando sientas que fue un día duro o que las cosas están siendo demasiado difíciles, abraza a Romina y deja que ella te contagie de su fortaleza.